Space 1992: Rise of the Chaos Wizards - GloryHammer

Si no parece serio es porque no lo es...

Hola a todos. Seguro que os estabais preguntando cómo es que no aparecía por aquí el nuevo “Space 1992: Rise of the Chaos Wizards” de GloryHammer, a quienes seguro recordáis del divertido “Tales from the Kingdom of Fife”, comentado aquí milenios ha.

Pues bien, siguen con su estilo épico y sinfónico, esta vez con más y mejor orquestación y coros, más destellos de inspiración clásica barroca (o eso me ha parecido) y, por supuesto, siguen parodiando el género, como con el uso del inglés un tanto macarrónico en referencia a tantos grupos alemanes o italianos a quienes se nota que el inglés no es su lengua materna.

Por supuesto, las similaridades con el “Prophet of the Dark Eclipse” (Luca Turilli) son demasiado evidentes como para dejarlas pasar. El parodiado tiene nombre y apellidos y, aunque seguro que hay quien me apunta en la lista de blasfemos, me divierte mucho más la parodia que el original.

Llegados a este punto he de puntualizar que critiqué (y lo mantengo) la dirección cómica que estaba tomando Alestorm (el otro grupo del fundador de GloryHammer) porque, en su origen, era un grupo desenfadado pero serio (buscad en los dos primeros discos alguna referencia a calamares espaciales…). GloryHammer nació siendo un grupo de vis cómica, así que no me rompe las expectativas.

Aunque sea innecesario os vuelvo a avisar. Aunque las letras no son serias, la  música sí, y es buena.

De izquierda a derecha:

- Hootsman, el rey bárbaro de California.

- Ralathor, el misterioso ermitaño espacial del Sector Cowdenbeath.

- Angus McFife XIII, príncipe del Imperio Galáctico de Fife.

- Zargothrax, el Hechicero Oscuro de Auchtermuchty.

- Ser Proletius, Gran Maestre de los Caballeros Espaciales de Crail.

Este disco me ha parecido un paso superior a “Tales…”, que me sigue gustando y pareciendo un buen disco, qué duda cabe.

Las seis primeras canciones bordean lo impecable. Igual no son perfectas, pero son muy divertidas y no creo que se pueda pedir más en un disco del género.

Posiblemente se repiten excesivamente algunos estribillos (mal endémico de toda la música popular) pero también son tremendamente pegadizos y uno de los puntos fuertes de los cortes, por lo que se les perdona. Parece increíble las veces que puedo canturrear en un solo día: “Goblin King of the Darkstorm Galaxy / Ride of the wings of doom / Grant me the power to fight my foes / And defeat the lords of the moon”. Infinitas.

Las dos siguiente canciones no me llaman tanto la atención pero son muy dignas y no desentonan. Me resulta especialmente curiosa “Universe on Fire” porque tiene una melodía y un ritmo que me recuerdan,  inevitablemente, a una clase de aerobic acelerada. 

Las dos últimas canciones pierden algo de fuelle, son algo más lentas y más largas que las anteriores y, aunque son correctas, dignas y tienen sus momentos, sencillamente, no me gustan tanto.

De todas formas esto no perjudica demasiado al disco, que es muy entretenido en su conjunto y lo puedo recomendar a todos los amantes del género. Si te gustó el primero no lo dudes.

For the glory of Dundee!