Joyel de portada... |
(Edición: esta publicación ha sufrido un
retraso de al menos dos semanas por una combinación de trabajo, poco sueño y
mala salud. La intención era buena, pero si febrero fue malo, marzo no le ha
ido a la zaga).
“2XS” (pronunciado como “To excess”) es la
novela de Shadowrun que acabo de terminar.
Shadowrun es una una serie de productos
basados en el juego de rol homónimo, editado a finales de los 80, donde se nos
presenta un híbrido cyberpunk/fantasía. Esto es que, entre las bandas
callejeras, los ciberimplantes, conectores informáticos neuronales, arcologías
y megacoporaciones, tenemos elfos, orcos, monstruos variados, magos y chamanes.
Además del mencionado juego de rol podeís
encontrar algunos videojuegos y una amplia serie de novelas, como la que nos
ocupa.
La portada de mi viejo manual de Shadowrun. |
2XS comienza,
como manda uno de los tópicos del noir,
con un investigador de poca monta volviendo a casa, agotado tras uno de sus
trabajos, para encontrarse cara a cara con el cañón de un arma en manos de una
bella dama. La dama en cuestión le acusa de haber asesinado a su hermana, que nuestro
investigador conoció muy personalmente hace un tiempo, pero, evidentemente, la
acusación es infundada y no llega la sangre al río, pero el caso está servido.
Total, que con esta excusa nos sirven una historia
que me gustó más cuanto más se atuvo a los cánones del género negro (pronto deriva hacia el estándar de Shadowrun), pero que
resulta un tanto irregular en algunos aspectos. Algunas de estas
irregularidades no os las puedo contar porque os revelaría el final de la trama
pero vienen a resumirse en: ¿de verdad el/la/los/las malos necesitan hacer esto
para conseguir lo que buscan?, ¿no se les ocurre nada mejor y más sencillo?
Por otro lado, la mayoría de personajes parecen
mayormente arquetípicos y resulta curioso que, en el último capítulo, el
protagonista parece sufrir una epifanía acerca de su lugar en el mundo y la
naturaleza de la vida en las sombras que no sé si se justifica con los sucesos
del libro y su reacción ante ellos. En cierta forma me recordó a una novela de
Agatha Christie porque en las últimas páginas pasa algo que parece sacado de la
proverbial chistera.
Al menos trata de incluir algún tipo de
evolución en el protagonista, lo que siempre está bien, aunque ya os digo que
no me acaba de convencer cómo lo hace.
Una imagen del Seattle de Shadowrun, para ambientar. |
De todas formas, sinceramente, no leemos este
tipo de libros por su alta calidad literaria, sino porque son entretenidos y
siempre molan los orcos en Harleys, los duelos de chamanes y los ejecutivos de
las megacorporaciones diciendo: “Excelente”.
Entonces, si tenemos en cuenta su condición
de libro-hamburguesa, la verdad es que no está tan mal. No es de los mejores
que he leido, pero entretiene y te permite desconectar un rato.
Como curiosidad o como escapismo es
perfectamente válido aunque no sobresale, pero si buscáis algo más profundo,
este no es el libro.