sábado, 22 de abril de 2017

Split (Múltiple)



Hola a todos. Ya he visto “Split” (en España, “Múltiple”), la última de Shyamalan.

Después de una serie de películas progresivamente peor recibidas (no entraré ahora en si fue de forma justa o injusta, porque de todo hay) este autor volvió al radar con la modesta en cuanto a medios pero interesante en cuanto a resultado “The Visit” y parece que consolida su recuperación del favor de crítica y público con “Split”, una cinta que me ha resultado interesante y entretenida.

Tres chicas son secuestradas por un siniestro personaje que tiene 23 personalidades diferentes (a lo que alude el título) y las encierra en algún tipo de sótano para vaya usted a saber qué pérfidos propósitos.

La premisa no es tremendamente original y el desarrollo sigue los patrones del thriller de terror psicológico, lo que es interesante, porque con el planteamiento podía haber sido un slasher de terror adolescente pero no lo es, a pesar de que encontramos a tres jovencitas de buen ver que van perdiendo progresivamente la ropa. Esto, que es uno de los reclamos más básicos y menos brillantes del género, en esta película tiene su simbolismo dado que representa la vulnerabilidad o resiliencia de las protagonistas.

Claire y Marcia han tenido vidas normales y razonablemente fáciles, por lo que apenas tienen una pequeña capa de protección y, en cuanto la pierden, se quedan (literal y metafóricamente) en bragas.
Casey, por no destripar el argumento, lo dejaré en que ha tenido una vida trágica y dura y que no es ajena al dolor por lo que tiene una gruesa capa de protección contra toda agresión externa, que aquí está representada por la enorme cantidad de camisas que lleva.
La imagen es muy clara. Unas pierden una camiseta y se quedan totalmente vulnerables. Casey lleva otra camiseta debajo. Y otra debajo de esa. Y otra debajo de esa…
Por supuesto todas estas capas la protegen del daño pero también la aíslan de las circunstancias más normales, como queda reflejado en la escena inicial donde en una situación social ella siempre parece distante, defensiva y retraída.
Sin querer hacer mucho destripe también os diré que el secuestrador tuvo una infancia igualmente dura y trágica (motivos distintos). Por qué el dolor convierte a unas personas en supervivientes y a otras en monstruos1 es algo que supera el alcance de la película, pero da que pensar.

Casey resistiendo con su tercera o cuarta camiseta.

Volviendo un poco a la historia, la película tiene un cierto misterio dado que el antagonista (interpretado por James McAvoy, la cara que me resultaba más reconocible del reparto) no sólo tiene 23 personalidades distintas, sino que va a aflorar la 24ª y nadie sabe muy bien cómo va a ser (aunque la apodan “La bestia”), ni qué va a pasar entonces mientras el resto de personalidades conspiran a favor o en contra, y tampoco sabes si la película se adentrará en el género fantástico/sobrenatural o será realista. Todo puede parecer algo confuso pero me resultó intrigante.
Por suerte sólo aparecen unas pocas de las personalidades en pantalla y las que aparecen tienen características propias (algunas me resultaron muy divertidas, como el niño de nueve años). Me resultó muy entretenido ver a McAvoy saltar de una interpretación a otra y me dio la impresión de que se lo había pasado bien.

McAvoy en sus múltiples caracterizaciones.


Para la gente especialmente aprensiva os informo de que la cantidad de sangre es escasa y no especialmente escabrosa (dentro de lo que son los parámetros del género) porque esto, como ya he dicho al principio, es más psicológico que slasher pero que no deja de ser una historia de miedo y tiene su dosis de violencia.

En definitiva, que es una cinta interesante, con un Shyamalan con pulso para este tipo de historias, un McAvoy muy entretenido y algunas cosas para pensar.
Partiendo de la base de que no va a revolucionar el cine, yo la vi con agrado.




Como “monstruos” me estoy refiriendo, evidentemente, a la gente que secuestra y asesina, no a la personalidad múltiple.

Lamentablemente el papel tradicional del trastorno de identidad disociativo (como me dice la Wikipedia que se llama) en el cine es el de asesino psicópata. No os fiéis de todo lo que veis en pantalla.

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