Hail to the King, baby! |
Hola a todos. Acabo de terminar de ver la
primera temporada de “Ash vs Evil Dead”. La serie llevaba tiempo en la lista y,
al ver que la cancelaban al acabar la tercera temporada, me ha parecido que es
una duración que puedo asumir y ya era hora de ver si Ash seguía siendo “groovie”.
Respecto a Ash… ¿Os acordáis de “Gran Torino”,
donde vemos lo que podía ser la evolución del personaje de Harry Callahan? Pues
aquí podéis ver en lo que se convierte Ash unos treinta años después de su
primer encuentro con el Necronomicón, un personajillo más bien machista, más
bien racista y más bien acabado pero que aún no lo sabe y sigue pensando que es
el más duro y sexy de los mortales (cosa que nunca fue, pero el autoengaño no
tiene límites). Este contraste entre la realidad y la imagen que se tiene de
uno mismo puede tomar formas dramáticas extraordinarias como la Norma Desmond
de “Sunset Blvd.” o cómicas realmente divertidas como el Rufus de la serie de
aventuras gráficas de “Deponia”. Aquí tenemos el lado cómico, claro.
Bueno, Ash nunca fue el más agudo del alfiletero
así que lo que importa es, ¿sigue siendo
divertido?, ¿sigue diciendo “groovie”?, ¿sigue blandiendo la motosierra con el
muñón de la mano perdida? La respuesta es sí, sí y ¡Sí!
Entre máscaras de goma con ojos blancos,
litros (y litros) de sangre falsa, un buen ritmo y un humor un poco políticamente incorrecto sale una
serie de lo más entretenida que seguramente gustará a todos los que les gustó
la trilogía de películas.
Aunque Ash es el centro de todo esto voy a
hacer notar que Ash no viaja solo y que aparece un amplio elenco de personajes
secundarios y otros dos protagonistas que le hacen la réplica perfectamente y
que tienen sus propios intereses, y que resulta interesante ver cómo evolucionan
de gente normal a “cazadores de deadites”, como quien dice.
Muchos mueren, cogedles el cariño justo. Por
otro lado, una tasa de mortalidad alta es lo que esperáis de una serie de “Evil Dead”,
¿no?
Entre toda la sangre y los chistes voy a poner
un par de ‘peros’ para que no sea todo positivo.
Hay un momento puntual donde uno de los
personajes (no digo cual para que no haya spoiler) es apabullado (y muerto,
claro) por “El Mal” pero en ningún momento tiene la oportunidad de luchar o
huir, así deja de ser emocionante y se convierte en una pequeña dosis de tortura,
lo que no me gusta demasiado. Por suerte es un momento puntual.
Igual la frase “el resto de muertes me
parecieron mucho más divertidas” suena un poco rara, pero es así.
El otro punto negativo es que el final está
demasiado orientado a la segunda temporada. Toma un camino intermedio para no
resolver nada y no me resulta demasiado convincente. Como si en la final del Mundial,
después de acabar 3-3, decidieran que no quieren ir a penaltis porque ninguno
quiere perder y ya jugarán otro partido otro día (segunda temporada). Acepto
porque quiero seguir viendo la serie pero un poco decepcionante sí que me
resultó.
Acabo haciendo notar la banda sonora muy rockera
que encaja perfectamente con los momentos de pisar el acelerador y recargar el “boomstick”.
Muy divertida y muy sangrienta. Sabiendo a lo
que venís, no os podéis equivocar.