Un mundo sin fin - Ken Follet

He aquí la portada de esta obra.

Hola a todos. Hoy os voy a comentar el último libro que me he leído y que, seguramente, no será precisamente una novedad para muchos de vosotros. Se trata de "Un mundo sin fin" de Ken Follett, británico y aficionado a las catedrales.

Para los que anden despistados (que supongo que no serán muchos) esta es la secuela de "Los pilares de la Tierra", novela histórica que vendió chopomil ejemplares y que no me gustó especialmente cuando me la leí. De eso hace más de 15 años, así que igual debería volverla a leer, a ver qué sensación me causa ahora.

Kenneth Martin Follett.

Total, que siendo la secuela de un libro que no me entusiasmaba, no daba dos euros por el éxito de este "Un mundo sin fin". Una vez más se demuestra que con los prejuicios no se va a ninguna parte y, mira, me ha gustado. No es que me haya parecido algo extraordinario, pero sí que lo he leído con agrado; en buena parte gracias a su estilo directo y cercano, y a un buen sentido del ritmo. Ambas cosas se agradecen porque está por encima de las 1000 páginas.
También es destacable que no tiene interminables explicaciones arquitectónicas, al estilo de Victor Hugo hablando de Notre Dame, como las de "Los pilares...".

El libro comienza en 1327 y sigue a los cuatro protagonistas desde su niñez a través de buena parte de su vida.
A través de cada uno podemos descubrir una parte de la sociedad de la época y de los cambios que se estaban dando. A grandes rasgos: Gwenda nos presenta el mundo del campesino; Ralph, a la nobleza; Caris se encarga de enseñarnos el mundillo religioso y Merthin se encarga del comercio y la ciudad.

La portada de la serie ya os dice que va a haber romance,
clérigos entrometidos y nobles malvados.

Es difícil explicar en detalle el argumento del libro, dado que pasan tantas cosas que no nos podemos quedar con una. Es como decir que "Los pilares de la Tierra" va de que construyen una catedral. Bueno, sí, pero no. Esa es la excusa alrededor de la que gira la vida de los personajes.
En este la catedral ya está construida, pero habrá muchas otras cosas que construir (gusto que tiene Follett por la arquitectura); también veremos el inicio de la Guerra de los Cien Años, la Peste Negra, el auge de la clase comerciante, empieza a tambalearse el sistema feudal, muchos amoríos y desamores, juicios, crímenes, secretos de estado y toda suerte de eventos interesantes.

En un libro tan largo tenemos, por supuesto, muchos personajes cuyas vidas se entrecruzan con las de nuestros protagonistas y aportan color e interés a la historia, pero no son tantos como para que no podamos seguir la pista fácilmente a quién es quién, cosa que también se agradece.
A esto también ayuda que los personajes son todos bastante característicos y tienen rasgos muy definidos; los buenos son muy buenos, los malos son muy malos, el abogado es muy abogado...

Aprovecho para comentar que hay un juego de mesa basado en este libro que está bastante bien.
Es interesante y accesible.

Como en muchas novelas históricas que he leído los protagonistas tienen la virtud de estar siempre donde hay algo extraordinario que presenciar (como una monja inglesa presenciando batallas en el norte de Francia); de inventar todo lo que vaya a haber de revolucionario; de abanderar los avances sociales y tener un pensamiento adelantado a su época...
No siempre resulta del todo creíble pero me da la impresión de que va con el género. Si quieres lo tomas, si no...
Ah, también tienen la virtud de tomar una y otra vez decisiones equivocadas. Esto me suena de "Los pilares...". Igual es el "estilo Follett".

En definitiva, este es un libro muy recomendable para acercarse a la novela histórica de forma entretenida. Es largo pero siempre están pasando cosas, algunas sorprendentes (aunque muchas veces se le ve venir de lejos).