Hola a todos. hoy vengo a comentaros un entretenimiento de lo más curioso, el ajedrez retrospectivo.
- ¿Lo qué?
Ajedrez retrospectivo. ¿Recordáis el típico pasatiempo del periódico en el que te presentan un tablero de ajedrez y tienes que hacer mate en tantas jugadas y cosas así? Pues lo mismo pero mucho más interesante.
Lo mejor va a ser poner un ejemplo:
¿Veis el alfil que se ha quedado por descuido entre A3 y A4? Muy bien, ¿dónde está realmente?
Pista: en la siguiente jugada los dos reyes enrocarán consecutivamente.
¡No, no es ni mucho menos imposible! Solo es cuestión de cogerle el truco a este tipo de problemas.
Os pongo la solución...
Veis que a las negras sólo les falta una pieza y que debe haber sido comida por el peón blanco de B3.
¿De dónde podía venir el peón negro? Pues sólo de D7 o E7.
Supongamos que venía de E7. Hubiera tenido que comer tres piezas para llegar a B3 y al blanco sólo le faltan dos.
Si viniera de D7 sí que hubiera llegado con dos piezas, pero el peón que ahora ocupa D6 tendría que haber venido de E7 comiendo una tercera pieza, lo que es imposible.
¿Entonces de dónde viene?
La única solución posible es que el peón coronó y la pieza que llegó a B3 ya no era un peón.
Bien, ya hemos progresado un montón.
Ahora, la clave está en que el peón nunca debió pasar por D2, ya que hubiera puesto en jaque al rey blanco, que se hubiera visto obligado a mover y no podría enrocar en la siguiente jugada, como nos dice la pista.
La única solución es que el peón llegó hasta las barbas del rey blanco, en E2 y comer una pieza en D1 o F1, coronar y llegar a B3 para ser comido por el peón.
Pero, ¿qué pieza? A las blancas le faltan dos. Un peón y un alfil.
El peón que falta ha de ser el de E2, que no llegó a coronar nunca porque el camino se lo bloquea el rey negro. Ese peón no pudo esquivar al rey negro porque el peón en B3 comió la única pieza negra, así que él no pudo haber comido ninguna; y también sabemos que el rey negro no le abrió paso porque coronará en la siguiente jugada, luego nunca movió anteriormente.
Todo esto nos lleva a que ese peón no coronó y, por consiguiente, no puede ser la pieza que comió el peón negro en D1 o F1.
Conclusión, en D1/F1 se comió un alfil, que no puede ser otro que el alfil del rey (que se mueve por las casillas blancas), por lo que el alfil que se nos ha quedado entre las dos casillas (A3 o A4) es el de la dama (que se mueve por las casillas negras) y no puede estar en otra casilla que A4.
¿Os habéis fijado? Parece un poco lioso al principio pero luego es un entretenimiento de lo más recomendable para cuando os sintáis despiertos y queráis activar un poco la mente.
Si yo lo he conseguido os aseguro que cualquiera con algo de paciencia puede hacerlo.
Por supuesto hay un montón de preguntas distintas como: "el rey blanco es invisible, ¿dónde está?" o "en tal casilla había una pieza pero se ha perdido, ¿cuál era?".
Todas las podéis encontrar en los muy recomendables libros que escribió Raymond Smullyan (matemático, lógico y filósofo) sobre estos enigmas ("Juegos de ajedrez y los misteriosos caballos de Arabia" y "Juegos y problemas de ajedrez para Sherlock Holmes").
Por supuesto también os recomiendo el resto de sus libros de problemas de lógica y divertimentos matemáticos varios.
Hala, ya tenéis sobre la mesa un tipo de pasatiempo distinto y que os dará más juego que una sopa de letras.
¡Ánimo!