martes, 6 de octubre de 2015

John Wick

Si matas a un beagle de 8 semanas esto es lo que te espera y, por cierto, lo que te mereces.

Hola a todos. Hoy tenemos otra peli, John Wick, con Keanu Reeves, al que ya hacía tiempo que le había perdido la pista, en su regreso al cine de acción.

John Wick era un legendario asesino a sueldo que fue redimido por el amor de su mujer y abandonó la profesión, una historia no muy distinta a la de William Munny, de Unforgiven (“Sin perdón”).
Como en la cinta de Eastwood, su mujer fallece pero, en el caso de Wick, su vida no continua por los mismos pacíficos derroteros, sino que su camino se cruza accidentalmente con unos mafiosos que le roban el coche y matan a su perro.
Dicho así igual no suena demasiado dramático pero, en el contexto de la película, creedme que resulta más trágico.
Poseído por la vindicatio, John coge sus pistolas y el resto ya os lo podéis imaginar.

¿De qué va la película? Del duelo de Wick por la pérdida de su esposa y sus intentos por dejar atrás el pasado para seguir siendo esa mejor persona que, con ayuda de su mujer, había conseguido ser.
Para ello, como es de esperar en una película de acción, tendrá que arrasar con la mitad de la mafia de la ciudad en los abundantes y espectaculares tiroteos y peleas que salpican la historia (según IMDB, body count = 119; ahí dejo el dato y sacáis vuestras propias conclusiones).
Siendo parte del arquetipo de este tipo de historias el honor y la justicia, latu sensu, es también muy importante; quien la hace la paga, sea por malas acciones o por no mantener la palabra dada.
Veo idealizado el “honor entre ladrones” en el hotel Continental, pero eso lo convierte en una de las localizaciones más curiosas de la historia.

No todo el mundo puede disparar agazapado, de espaldas y a través de un pilar.
John Wick puede eso y más.

La parte buena es que la película no se alarga (unos 100 minutos) tiene buen ritmo y no se pierde mucho en disquisiciones filosóficas que no vendrían al caso. Cuando alguien piensa más de la cuenta, ¡le pegan un tiro!
Las escenas de acción están bien llevadas, un tanto acrobáticas a veces, pero con garra. Esto posiblemente se deba a que es la primera película del director como tal (aunque ha hecho previamente de director de la segunda unidad de rodaje), pero tiene amplia experiencia como especialista de escenas de acción, así que conoce el terreno que pisa.
El estilo es dinámico y muy limpio. En todo momento puedes ver lo que todo el mundo está haciendo, y lo agradezco en escenas de acción elaboradas como estas.

La parte mala es que hay algunos hechos fundamentales, como la amistad, quizá paterno-filial, de John y Marcus, en los que me hubiera gustado profundizar un poco más. Puedo suponer mucho, pero saber poco. No es realmente necesario “saber”, pero siempre queda la duda de si habría una historia especialmente interesante detrás.
De todas formas, si esto deriva en que no se alargue la cosa, me parece bien.

En definitiva, la historia de un hombre que busca la redención, aunque le obliguen a buscarla a golpe de gatillo. Es divertida y adrenalínica (existe, lo acabo de mirar en la RAE). Yo me lo he pasado bien.


P.D: pensada para ser un trilogía, aunque yo creo que está bien como está. Veremos qué tal.

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