El
otro día me llamó Steve Harris muy preocupado para preguntar cómo es que aún no
se había comentado “The Book of Souls” en el blog, del cual es ávido seguidor.
- ¿Es que no te ha gustado? - me preguntó.
- No es eso, hombre, – le dije - es que ha
habido mucho lío por aquí, pero no te preocupes que me parece bueno. Bueno de
verdad. En cierta forma – seguí explicándole – me recuerda al “One Man Army” de
Ensiferum…
- Pues tampoco es que nos parezcamos demasiado
– se sorprendió.
- No, claro – continué. Lo que quiero decir
es que creo que los dos discos son la evolución lógica, y en la dirección
correcta, de un estilo que en las entregas anteriores (“Unsung Heroes” para los
finlandeses y “The Final Frontier” para vosotros) no había recibido la acogida
deseada (aunque fue mejor para “The Final Frontier”).
En “The Book
of Souls” seguís con la senda que habíais tomado hace ya bastantes años, con
las canciones más largas de toques progresivos, aunque en esta ocasión os he
visto más moderados; la jugada de meter 5 canciones seguidas con una duración
media de 9 minutos al final de “The Final Frontier” no acabé de verla clara,
pero aquí, al menos, habéis repartido mejor las duraciones. Son canciones
largas, indiscutible, como las pelis de Tarantino, sabes que van a ser dos
horas y media o más, take it or leave it (esto
lo dije en inglés por gustarme), pero al menos no las habéis puesto todas juntas.
A esto podemos
añadirle el hecho de ser un doble disco, por lo que, según tengas el ánimo,
puedes oír uno o el otro y se quedan en unos 45 o 50 minutos, que es una
duración muy razonable, aunque he de decir que los he escuchado seguidos varias
veces y no se me han hecho pesados para nada, cosa nada fácil, por cierto.
Una vez leí
comentar una frase que me pareció muy acertada y había incorporado a mi forma
de pensar, y es que muy pocos discos dobles no pueden mejorarse quitando
algunas canciones y dejándolo en un único volumen. Sin embargo, en “The Book of
Souls” prefiero poder escuchar cualquiera de las dos mitades que dejarlo en un
behemoth de hora y pico, que se me haría mucho más largo, aunque sea dejando
sólo las canciones que más me gustan.
Dentro de
las canciones he encontrado lo que esperaba encontrar, así que, ¡qué te voy a
contar! Es Iron Maiden de arriba abajo, con esa facilidad que siempre me parece
pasmosa para encontrar melodías que no resultan para nada complejas (especialmente
para guitarristas poco avezados como tu seguro servidor) pero que funcionan
como un reloj suizo. Me tienes que pasar la receta.
- Trabajo, trabajo y trabajo.
- Preferiría una respuesta menos fatigosa,
gracias, pero veré qué puedo hacer. Por otro lado es cierto que los típicos males
de tu grupo siguen ahí, exceso de duración, tendencia a la repetición de
pasajes (lo que lleva al exceso de duración) y un pequeño exceso de ambición en
monstruos como “Empire of the Clouds” que en algunos momentos divaga, aunque he
de reconocer que en ningún momento se estrella como el dirigible sobre el que
canta.
O sea, que
todo el problema que tengo con “The Book of Souls” es un par de minutos de aquí
y allá en un par de canciones que, por otro lado, he de reconocer que me
resultan mucho más interesantes y pegadizas que “The Final Frontier” o “A
Matter of Life and Death” (al menos no usáis la introducción acústica por
decreto; que de vez en cuando está muy bien, pero por decreto (como los “¡Ha!”
de Attila al final de todas las canciones de “Blood of the Saints”), no).
Long story short (estaba inspirado con el inglés ese día),
no es perfecto porque no hay nada perfecto (salvo las intenciones, como decían
en “Robin Hood: Prince of Thieves”), pero es lo mejor que puede ser, y eso es
muy, muy bueno. Tiene un nivel de energía e inspiración digno de encomio para
una banda tan veterana y cumple eso tan difícil de ser fiel a tu estilo sin
repetirte y progresar sin perder tus señas de identidad.
Yo creo que
habéis conseguido el disco al que estabais apuntando casi desde “The X Factor”
y posiblemente el mejor desde “Brave New World”, o sea, que no te procupes que
tienes todo mi apoyo.
-
Me
dejas más tranquilo.
-
Por
cierto, la portada podría ser mejor. Últimamente no os veo muy finos con las
cubiertas, claro que no tiene nada que ver con el desastre de “Dance of Death”,
pero que ese sea todo el problema. Ah, y transmite nuestra alegría por su
recuperación al señor Dickinson.
-
De tu
parte. Me pones a los pies de tu señora.
-
Ni de
broma. Hala, ya te llamo yo otro día. Bye.
-
Bye
bye.
P.D.:
es posible que Mr. Harris no me llamase en el sentido estricto de la palabra,
pero seguro que lo tiene en mente y le ha faltado tiempo.