Berserk

Todo empezó escuchando “Kingdom”, de Battle Beast (podéis encontrar la reseña del disco en la sección de Música). Me llamó la atención la primera estrofa:

“I’ve planted my seeds, I’ve done evil deeds

I’ll sacrifice you for my dream”

(“He plantado mis semillas / He cometido actos malignos

Os sacrificaré por mi sueño”).

Claramente cantaba “el malo”, pero “sueño” no es una palabra que se ponga habitualmente en boca “del malo”; las connotaciones son demasiado positivas.

Esta aparente ambigüedad me intrigó  y decidí investigar. Rápidamente descubrí que “behelit” y “White Hawk” eran términos que aparecían en un manga, Berserk. Ni corto ni perezoso, me puse a leerlo…

Berserk en una serie de manga de fantasía oscura realizada por Miura Kentarō, iniciada en 1990 (no soy el más rápido detectando series, no) y aún está publicándose. Van por el 37º tomo. He leído los 16 primeros.

Guts, el Guerrero Negro.

La historia  se desarrolla en un mundo similar a la Europa medieval. Un guerrero llamado Guts, tuerto y con una mano metálica (ver canción Iron Hand, de los mismos Battle Beast y, más interesante aún, la mano de Götz von Berlichingen), llega a un pueblo oprimido por el señor feudal, y antes de que sepamos quién es quién y de qué va todo esto, ya están saltando trozos de gente por doquier.

Según vamos viendo correr la sangre también nos van revelando que el mundo está lleno de demonios y monstruos de todas clases. Guts parece obsesionado por el deseo de venganza contra estos y les combate allá donde moren y críen. Parece no tener sentimientos y despreciar a todo aquel que no tenga la fuerza para luchar por sí mismo.

Cuando empezaba a pensar que no sabía muy bien hacia dónde se dirigía todo esto y que podía dedicar mi tiempo a leer otras cosas, resulta que Guts se revela como el clásico duro sensible; en el fondo tiene sentimientos, pero están enterrados bajo toneladas de no sabemos muy bien qué pasiones destructivas.

Para lo que se ve habitualmente en Berserk, este demonio es atractivo y peluchón.

Cuando llegamos al tercer tomo, el milagro. Se interrumpe la narración y volvemos atrás en el tiempo para ver la historia de Guts. Para que veáis cómo se las gastan en este manga; la vida de Guts está marcada por la muerte y la violencia porque ahorcaron a su madre embarazada y él nació, literalmente, de un cadáver. Fue encontrado por un grupo mercenario y creció, bueno, como pudo; espada en mano.

Así nos encontramos que el desconocido pasa a ser una persona de carne y hueso; exagerada, por supuesto, el género suele ser bastante tremendista, pero comprensible.

Empecé a interesarme por él, a ver de dónde venía, por qué era como era y entender mejor lo que me contaban.

Griffith, el Halcón Blanco.

En esta línea argumental se encontrará con el líder mercenario Griffith, el Halcón Blanco. Otro antihéroe muy interesante, también con su historia, sus motivaciones y sus ambigüedades.

En este grupo mercenario, la Banda del Halcón, encontraremos un montón de personajes también con suficiente nivel de detalle como para que nos interesen; Casca, la única mujer del grupo; Judeau, el lanzador de cuchillos con más empatía de la zona; Corkus, exladrón bastante antipático pero importante pese a todo…

Casca, segunda al mando.

Veremos el ascenso en el campo de batalla de la Banda, su caída en el mundo de la intriga política y se pondrán los cimientos de la historia en el presente.

Cuando acaba este enorme salto atrás en el tiempo (unos diez tomos después) volvemos al mundo asolado por demonios y a la violencia en primer plano, pero ya no es una violencia sin sentido. Sabemos quiénes están luchando y por qué. Sabemos qué fantasmas son los que atormentan a Guts y por qué se comporta como el título indica.

En definitiva, ya nos importa lo que está pasando.

Por lo que he podido leer en otras opiniones, este manga está considerado como la crème de la crème, tanto en dibujo como en historia, en desarrollo de personajes y en todo lo que se os pueda ocurrir. Parece que la afición es entusiasta y leal.

A mí el dibujo de los primeros tomos no me convencía demasiado. A medida que avanzan los tomos el estilo me va gustando más y podemos encontrar dibujos muy espectaculares y detallados. Me ha parecido ver que en tomos posteriores el estilo ha seguido cambiando (son 20 años de serie, es normal) pero aún no he llegado, y no puedo adelantaros nada.

 

No se llama Berserk por capricho.

Aparecen muchos personajes (que no he mencionado porque esto es sólo un breve comentario, no una guía) y están mucho mejor de lo que esperaba. Tienen un trasfondo y una forma de ser, al menos los que viven lo suficiente como para demostrarlo, y me interesa ver por dónde va a progresar cada uno. No es que sean una tesis de psicología cada uno de ellos, sus rasgos principales están muy marcados para que sean más fáciles de identificar, pero no son planos y mecánicos.

La historia también me sorprendió gratamente, dado que comienza como un baño de sangre, pero luego resulta que todo tiene un por qué y hay una buena ración de intrigas, sentimientos, sueños e interacción entre los protagonistas.

¿Berserk es el invento más grande desde el pan con Nutella? Es muy bueno, pero tanto como eso…

Puck, amigo y contrapeso de Guts.

Puck también es el alivio cómico.

Hay capítulos que aportan poco y se nota que son meras transiciones hacia capítulos más interesantes. 

El hecho de que lleve publicándose 20 años y no tenga pinta de acabar pronto también puede echar para atrás a más de uno.

Es desagradable. Hay demonios, sangre, torturas, sacrificios, sexo no siempre consensuado y muerte hasta decir basta. Nada que ver con Usagi Yojimbo, comentado aquí hace poco, donde hay acción, pero la muerte suele reducirse a un bocadillo que sale del cadáver con una calavera bastante graciosa.

Yo no se lo dejaría a mis hijos hasta que ya estuvieran creciditos.

En definitiva. Si te va la fantasía oscura y tienes estómago para lo que te echen, te puedo recomendar esta obra. Es emocionante y visceral.

Si alguno de estos requisitos no se cumple es mejor buscar otra cosa.