Era más o menos quince de octubre cuando, de repente, todo se había llenado de brujas, telarañas y fantasmas.
En algunos sitios la decoración estaba bastante lograda pero, enfrentémonos a los hechos, en la mayoría era un intento bastante desganado de no quedarse fuera del espíritu festivo que supuestamente nos tenía que invadir a todos.
Algunas decoraciones tienen su gracia. |
No tengo nada en contra de una cierta e inevitable homogeneización cultural, pero con unos pocos días me bastaría.
Además, meter una celebración con calzador, sin conocer el origen y significado de lo que se está haciendo, me parece salirse de lo que por justo estimo.
Ah, se pronuncia (ˌhæləʊˈiːn), buscad dónde lleva el acento; y según el Collins:
Treat
- a celebration, entertainment, gift, or feast given for or to someone and paid for by another
- any delightful surprise or specially pleasant occasion
- the act of treating
¿Dónde pone "trato"?
Bueno, cualquier motivo para organizar una fiesta es bueno, supongo que hasta ahí estaremos todos de acuerdo, así que tampoco voy a tratar de detener la marea con la mano.
Fantasmas de plátano y calabazas de mandarina. Es simpático. |
La cuestión es que al día siguiente, en cierto supermercado (o en todos, no sé, yo sólo fui a uno) ya estaban poniendo la decoración navideña y esa fue la gota que me llevó a esta reflexión que quería haber escrito aquí hacía tiempo.
¿Primera semana de noviembre y ya tenemos guirnaldas, árboles y turrones?
No quiero ser un aguafiestas pero a estas alturas, primera semana de diciembre, ya estoy cansado de los adornos y para cuando lleguen las fiestas sólo voy a querer que pasen.
Más de dos meses de imágenes como esta pueden con mi paciencia. |
Desde mediados de octubre ya nos vendían una celebración y, pasada esta, empalmaron directamente con la siguiente, que empalmarán (como se ha hecho desde hace mucho) con Reyes y, casi, casi, empalmarán esta con San Valentín y para los que vivan en esta zona, ya veréis como empalman con Fallas (y tendremos muchas semanas de calles cortadas), y ya os hacéis a la idea de por dónde va mi hartazgo con las fiestas.
Ojo, soy un gran fan los días festivos, de descanso, donde no hay que trabajar (para los afortunados con trabajo), pero me resulta imposible mantener el interés en la parafernalia que rodea a estas fiestas y, lamentablemente, ahora sólo me producen una mezcla de indiferencia y hastío.
Bueno, ya me he quejado un rato. Felices Fiestas a todos...
Comparto contigo todo este hartazón festivo. El día que entré en el super, Aun Octubre, y me vi, a parte de las calabazas halloweeneras, la mesa llena de turrones y polvorones acompañado de la decoración de Navidad me entró un cansancio anticipado... Estoy cansada de tanto teatro, de que llegan las fiestas de Navidad y sólo porque es Navidad hay que tirar la casa por la ventana, ya sea con los regalos de los niños o los cenorrios con marisco a saco. Me parece genial que la noche de Navidad sea una noche de familia, de cena de celebración, pero con sus límites. Si no tienes, no hace falta que te hipoteques para comprar solomillo, besugo y demás manjares. Me exaspera ver a las mujeres la mañana del 24 en el supermercado como auténticas verduleras dándose de tortas en el marisco comprando cientos y cientos de euros que la mitad se irán a la basura porque, no nos engañemos, las cantidades que se sirven estos días son para banquetes monumentales, aunque solo asistan al evento 4 personas.
ResponderEliminarEn fin, que si me das cuerda no acabo... Prometo moderarme en fin de año! ;)
Y lo que yo digo, siempre, no hay mas dias para estar en familia qeu los dias de navidad? parece que se vaya a acabar el mundo.
ResponderEliminarNo es mejor disfrutar todos los dias del año de la familia, los amigos y de todas las cosas que nos gustan? Nosotros no hemos decorado la casa y no creo que lo hagamos.
Ais...
ResponderEliminarUn abrzo empático, chicos... Poco más puedo añadir... Bueno, sí, que Gael ya no quiere saber nads de los mazapanes, y eso que los adora... Jaja, se ha hartado ya, mi chico.
Si es que ya lo dice la canción: "La Navidad la invento El Corte Inglés". Hoy por hoy es díficil vivir cualquier fiesta o tradición sin sentirte asediado por el consumo.
ResponderEliminar"No no, no lo envía Dios, viene de El Corte Inglés." Era la letra que me sabia yo. Pero si, todo una moda creada para consumir con poco o ningún criterio, según quien.
ResponderEliminarIgual no hablamos de la misma canción :)
EliminarY mira que las fiestas pueden estar muy bien, pero sin tantos agobios por parte de los comercios, y aunque no os lo creáis este año en el corte ingles no fue el primer sitio donde vi decoración de Navidad, fue en una tienda del centro que ahora no me acuerdo como se llama y en un mercadona. Creo que cada año los comercios compiten para ver quien es el primero en decorar con la Navidad.
ResponderEliminarUn año quise ganar esa competición no quitandola directamente, pero en mayo Laura me obligo a hacerlo. Ya total para lo que quedaba.
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