El disco abre con los compases de la marcha fúnebre de Chopin para acompañar la portada. |
Hola de nuevo. Otro disco para comentar...
Grave Digger es una de esas bandas que podríamos llamar de las "casi grandes". Nunca han alcanzado el estatus de superestrellas (al menos yo nunco les he considerado como tal) pero llevan muchos años al servicio del rock y la caña con bastante buen resultado.
Es cierto que tuvieron un bache considerable con "The Last Supper" y "Liberty or Death", pero han sabido remontar y seguir una buena línea hasta desembocar en este, su nuevo trabajo, "Return of the Reaper" ("El regreso del Segador"). Por si alguien anda despistado, "El segador" es la representación antropomórfica de la muerte; sí, el esqueleto con guadaña; y es la imagen del grupo desde su refundación allá por principios de los 90.
Este "Return of the Reaper" nos retrotrae al primer disco que sacaron tras su reaparición, "The Reaper". Este era un disco bastante agresivo con el que supongo que se querían quitar el mal sabor de boca de su fallido intento de "comercialización" (todo por la pasta...) y he de reconocer que no era de mis favoritos de Grave Digger. No estaba mal del todo pero se me hacía un tanto machacón.
Total, que me acerqué a este "Return..." con precaución y, si bien es cierto que tiene muchos temas speedicos con reminiscencias de aquel "The Reaper", también tiene muchos otros de corte más rockero y un par más lentos.
Lo agradezco, porque esto lo hace un disco bastante más variado y se me hace mucho más ameno, sin que pierda para nada el toque agresivo al que hacen alusión al titularlo "Return...".
Las canciones, en general, me han gustado más estas que las de "The Reaper". Veinte años de experiencia escribiendo canciones se tienen que notar, o quizá ahora tengan más medios para hacer unos coros llamativos y mejorar la producción (la del "Reaper" no es que estuviera mal, pero no me gustaba el tono de la guitarra, que se me hacía un poco estridente), o una mezcla de todo ello.
También muy importante es que la voz de Chris Boltendahl me ha ido gustando más con el paso de los años. Lo mismo que con las guitarras, antes se me hacía un tanto estridente y yo creo que ahora ha encontrado un tono más apropiado. Quizá es que con la vejez se la ha agravado un tanto pero, si es así, la vejez le ha sentado muy bien.
Las canciones están bastante bien (algún altibajo, pero nada grave), con energía, ambiente entre frenético y siniestro, coros chulos y estribillos pegadizos (¡y eso que a "Grave Desecrator" le falta una sílaba!; me remito a la canción).
Vamos, de estos discos sólidos que no te lanzan al estrellato pero que son muy agradables de escuchar para los metaleros más clásicos.
Otro paso en la buena dirección para esta veterana banda alemana.
P.D: en "Día de los Muertos" queda demostrado que los alemanes tienen problemas para pronunciar los diptongos en español (por supuesto, ya me gustaría a mí hablar así el alemán...).
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