lunes, 28 de marzo de 2016

2XS - Nigel Findley

Joyel de portada...


(Edición: esta publicación ha sufrido un retraso de al menos dos semanas por una combinación de trabajo, poco sueño y mala salud. La intención era buena, pero si febrero fue malo, marzo no le ha ido a la zaga).

2XS” (pronunciado como “To excess”) es la novela de Shadowrun que acabo de terminar.
Shadowrun es una una serie de productos basados en el juego de rol homónimo, editado a finales de los 80, donde se nos presenta un híbrido cyberpunk/fantasía. Esto es que, entre las bandas callejeras, los ciberimplantes, conectores informáticos neuronales, arcologías y megacoporaciones, tenemos elfos, orcos, monstruos variados, magos y chamanes.
Además del mencionado juego de rol podeís encontrar algunos videojuegos y una amplia serie de novelas, como la que nos ocupa.

La portada de mi viejo manual de Shadowrun.


2XS comienza, como manda uno de los tópicos del noir, con un investigador de poca monta volviendo a casa, agotado tras uno de sus trabajos, para encontrarse cara a cara con el cañón de un arma en manos de una bella dama. La dama en cuestión le acusa de haber asesinado a su hermana, que nuestro investigador conoció muy personalmente hace un tiempo, pero, evidentemente, la acusación es infundada y no llega la sangre al río, pero el caso está servido.

Total, que con esta excusa nos sirven una historia que me gustó más cuanto más se atuvo a los cánones del género negro (pronto deriva hacia el estándar de Shadowrun), pero que resulta un tanto irregular en algunos aspectos. Algunas de estas irregularidades no os las puedo contar porque os revelaría el final de la trama pero vienen a resumirse en: ¿de verdad el/la/los/las malos necesitan hacer esto para conseguir lo que buscan?, ¿no se les ocurre nada mejor y más sencillo?

Por otro lado, la mayoría de personajes parecen mayormente arquetípicos y resulta curioso que, en el último capítulo, el protagonista parece sufrir una epifanía acerca de su lugar en el mundo y la naturaleza de la vida en las sombras que no sé si se justifica con los sucesos del libro y su reacción ante ellos. En cierta forma me recordó a una novela de Agatha Christie porque en las últimas páginas pasa algo que parece sacado de la proverbial chistera.
Al menos trata de incluir algún tipo de evolución en el protagonista, lo que siempre está bien, aunque ya os digo que no me acaba de convencer cómo lo hace.

Una imagen del Seattle de Shadowrun, para ambientar.

De todas formas, sinceramente, no leemos este tipo de libros por su alta calidad literaria, sino porque son entretenidos y siempre molan los orcos en Harleys, los duelos de chamanes y los ejecutivos de las megacorporaciones diciendo: “Excelente”.
Entonces, si tenemos en cuenta su condición de libro-hamburguesa, la verdad es que no está tan mal. No es de los mejores que he leido, pero entretiene y te permite desconectar un rato.

Como curiosidad o como escapismo es perfectamente válido aunque no sobresale, pero si buscáis algo más profundo, este no es el libro.

lunes, 7 de marzo de 2016

The Deed

Es una presentación simple.


Hola a todos. Si la salud, el tiempo o el destino no lo impiden, me gustaría comentaros un pequeño videojuego que encontré por Steam y que compré con unos 30 céntimos virtuales que había conseguido vendiendo cartas virtuales de las que te regalan jugando. ¡Derroche!

Este juego se llama “The Deed”. Difícil traducción, dado que sería algo así como “El suceso/acto/hecho”, pero me parece que algo se pierde en la traducción. Traducciones aparte, lo que ofrece el juego es la posibilidad de cometer nuestro crimen perfecto y endosarle la culpa a otro. Me explico.

El protagonista de nuestra historia es un joven que se ha visto desheredado y planea, ni más ni menos, que asesinar a su hermana para quedar como único posible heredero y quedarse con la fortuna familiar.
Por supuesto esto tiene una cierta historia detrás, llena de problemas familiares y tragedias varias, pero ya la leeréis por vuestra cuenta.

Para llevar a cabo nuestra despreciable hazaña tendremos que explorar la casa lo que, con los recuerdos del protagonista, nos permite reconstruir un poco la citada historia y encontrar hasta dos objetos con los que asesinar a nuestra hermana e incriminar a otro de los ocupantes de la casa.

Hablando con la criada.

La verdad es que las partidas son muy cortas (no lo he calculado, pero unos veinte minutos, quizá) y se basan en lo dicho, hablas con la gente para sacar ideas de cómo poder incriminarles, coges el par de objetos, los usas en la habitación apropiada y luego te enfrentas a la entrevista del inspector de la policía, donde tratas de lanzar las respuestas más apropiadas a la situación.
Se acaba la partida y, en un breve epílogo, se revela el resultado de nuestras acciones.

La verdad es que aún no he explotado el juego del todo, pero he completado tres partidas y, la verdad, es entretenido. Mejor aún, me desafía a pensar en qué forma puedo ir incriminando al resto de los miembros de mi detestada familia para que carguen con la culpa de mi crimen.
No es que sea difícil obtener un resultado positivo, para nada, pero resulta suficientemente interesante y, francamente, para jugar a algo que no me estimule ninguna neurona, prefiero este tipo de juegos (¿cambiará el resultado si no hablo con mi hermana?, ¿encontraré coartada si le tiro los trastos a la criada?, etc.).

Técnicamente es tremendamente limitado (está hecho con RPG Maker, si no me equivoco) pero resulta funcional y, salvo que tu madre parece infinitamente más joven de lo que debería, no queda mal.

Lo dicho, aún no he visto todas las opciones posibles, pero tengo interés en intentar cosas nuevas y ver qué pasa. Sólo por eso vale los 30 céntimos virtuales que me costó.

Hasta otra.