martes, 24 de mayo de 2016

NIÑOS

Hola a todos, como hace tiempo que no escribo, tengo mono y hoy es la segunda entrada que hago. jeje. Espero no os canséis.

Bueno, después de que el amorcito de la casa ya haya cumplido un año, hay cosas que puedo decir sobre la educación de un hijo, que antes la gente no quería escuchar porque no tenia hijos, a pesar de ser educadora infantil, en fin.

Hay algo que me han dicho mucho en este año y es; Cada uno educa a sus hijos como quiere o puede. 
Si que es verdad que cada uno es libre de educar a sus hijos como le da la gana. 
Pero creo que en el proceso de educar a un hijo tenemos que estar dispuestos a aprender y crecer con ellos, pues no tenemos que hacer las cosas porque a nosotros nos gustan así, hemos de ser capaces de pararnos, retroceder, ver las cosas con perspectiva y siempre preguntándonos, ¿realmente lo estoy haciendo bien?, ¿realmente lo que yo quiero o lo que a mi me gusta es lo mejor para mi hijo?, 
tenemos que tener en cuenta que muchas veces lo que nosotros queremos o lo que nos gusta para nuestros hijos, no siempre es lo mejor para ellos. Por lo que tenemos que estar dispuestos y ser capaces de preguntar y escuchar a profesionales, porque si preguntamos pero no escuchamos no hacemos nada.

Muchas son las personas que me han dicho que tienen hijos insufribles, que tener un hijo es lo peor que han hecho, porque no pueden con ellos, porque mandan en casa, porque intentan hacer algo con ellos y no pueden.
A todos estos les digo, pedir ayuda, todavía podéis hacer algo, todavía podéis enseñarles, no os deis por vencidos. Es verdad, tener hijos es duro, muy duro y conforme van creciendo mas, porque van cogiendo hábitos, unas veces bueno y otras malos, pero animo, podéis ayudar a vuestros hijos y a vosotros mismos.

Mi niño, es un sol, por ahora solo tiene 14 meses, pero es muy bueno, y como todo niño, ha intentado tirar de la cuerda y mandar el, pero con mucha paciencia, muchos nervios y todo el apoyo mutuo entre papa y mama hemos sabido mantener la cuerda en nuestro campo. Como estupendamente, duerme casi mejor, se ríe, llora, juega, se cae, lleva la frente llena de chichones, pero es un niño completamente feliz y nosotros también.

De verdad se puede, solo hay que querer, no nos quedemos con la frase del principio, si nosotros no sabemos, hay mucha gente que si sabe.

Hay muchísimas formas de educar a un niño para que sea feliz y tu también seas feliz, solo hay que buscar la forma que mas se adapta a las necesidades de nuestro hijo y no a las nuestras.
Os nombro varias; Educación por apego, Educación por Rutinas, Educación por premio/castigo.

Para la educación por apego os recomiendo que os pongáis en contacto con pazdoula@gmail.com o visitéis su pagina www.playgroupvalencia.com

Bueno otro día mas y mejor, espero que os haya servido de algo. besetes.






EN EL SUPERMERCADO

Hola a todos, hoy os escribo para comentaros algo que ha sucedido mientras comprábamos.

Bueno supongo que todos alguna vez habréis visto a alguien en un supermercado o tienda, comiéndose lo que encuentra.

Esta tarde mientras comprábamos por un supermercado, hemos visto como una pareja abría, se comía y cerraba una caja de moras frescas, que no se si lo sabéis pero son algo caras. Pues esta pareja con toda la cara del mundo no solo se ha comido una única mora se las ha comido todas las de una caja. No es que fueran unos críos, que se les veía una pareja de mediana edad y acomodada (igual por eso se creen que pueden hacer lo que quieran).

Siempre me ha sorprendido la gente que hace eso, puedo entender que pidas probar un grano de uva o alguna otra cosa, pero de probar a comértelo entero y dejar el envase vació va mucho,  me parece que es algo que esta muy mal.

Si que es verdad que si me pongo a recordar no he sido la mas buena del lugar, pero tampoco la mas mala, y alguna vez he cogido alguna oliva, algún cherry, y alguna otra cosa mas..., pero de eso ya hace mucho tiempo, era yo mucho mas joven y con menos conciencia, me dejaba llevar por las amistades.

Yo con toda mi cortesía he criticado en voz alta para que me escucharan que les habíamos visto y que esta muy mal lo que estaban haciendo, nos han ignorado por completo y han continuado comiendo, por lo que hemos ido a la caja y se lo hemos dicho a la cajera y esta ha ido a decírselo al de seguridad. Otro día preguntare que paso con ellos.

Os parece bien la actitud de la gente que se comporta así? Les diríais algo?  Se lo diríais a la cajera o al de seguridad? o simplemente pasaríais del tema?

Con ganas de saber vuestras opiniones. Besetes.






jueves, 12 de mayo de 2016

Bunny, the Killer Thing



Hola a todos. Si miráis los comentarios de “Krampus” veréis que la afición pedía un comentario sobre “Bunny, the Killer Thing”. No es que esto vaya por encargo, pero a veces me puede la curiosidad y ahora he visto la susodicha película.

Esta es una cinta finlandesa escrita y dirigida por un tal Joonas Makkonen (no tengo el gusto) y basada en uno de sus numerosos cortos (este no lo he visto).

Se trata de una comedia de terror acerca de un monstruo medio humano medio conejo que va a la caza de sangre y sexo (no necesariamente en ese orden). No os precipitéis a sacar conclusiones porque con peores mimbres se han hecho cosas interesantes.

¿Se trata entonces de una historia psicológica y terrorífica acerca de los depredadores sexuales y los más bajo e incontrolables instintos humanos?
¿Se trata de una comedia hilarante que aprovecha el infinito potencial humorístico del sexo?
¿Se trata quizá de mezclar sabiamente ambos conceptos y aprovechar el impacto, el shock value que se le puede sacar al tema?
¿Se trata de una peli que aproveche el interesante potencial erótico/pornográfico de la premisa?

Nada de todo esto, ya podéis saltar a las conclusiones y es tan mala como esperáis. Se trata de una película hecha, una de dos, con muy poco esfuerzo o con muy poco talento. Las opciones no son mutuamente excluyentes.

Sr. Makkonen, por favor, no haga más películas.

La historia no trata en ningún momento de ser medianamente seria, lo que no es malo en sí mismo, para nada, pero el problema es que los “chistes” (por llamarlos de alguna forma) tampoco resultan medianamente divertidos. Un disfraz de conejo gritando “Pussy!” y sacudiendo un falo de goma parece ser todo lo que los guionistas consideran humor. En serio, a los quince años contábamos chistes mucho más divertidos y, puestos a decir barbaridades, las soltábamos mucho más gordas.
Parece que la película te esté diciendo, “¡Mira, ha dicho: pussy!”, como si tuviéramos cuatro años y fuéramos a escandalizarnos.

En cuanto al terror tampoco aporta nada. El mencionado disfraz de 10 €, algo de látex y litros y litros de sirope rojo. Con haber visto cualquier película de zombies ya estás inmunizado contra todo lo que te puede lanzar encima esta “Bunny”.
De la misma forma parece que diga: “¡Mira, sangre!”. Ya lo veo, ¿y?

Dado que ni tiene gracia, ni resulta terrorífica, ni sorprendente, ni ofrece ninguna cantidad interesante de piel al descubierto, ni tiene nada que decir, el impacto de la película es mínimo, por no decir nulo, así que se convierte en el festival del bostezo al poco de empezar.

Toda ella parece reducida a la mínima expresión de su género, a los elementos más básicos y menos trabajados, lo que me lleva a la conclusión que mencionaba al principio, o los autores se lo han currado muy poco o no tienen nada interesante que decir.

Cabe destacar que la película es deliberadamente mala.
Claramente han tratado de conseguir el efecto “tan mala que es buena”, pero no creo que sea algo que se pueda conseguir sólo haciendo las cosas mal (malas actuaciones, malos disfraces, malo todo…). Al contrario, creo que se consigue cuando tratas de que todo parezca bien hecho, e incluso épico y espectacular. “Sharknado”, por ejemplo.
Si sólo tienes cosas cutres, haces una peli cutre que parece cutre y ahí se acaba todo.

Lo mejor que puedo decir es que un grupo de adolescentes de fiesta pueden llegar a reírse, pero no lo prometo.
Al lado de esto, “Zombeavers” es “Instinto básico”. Iba decir “Ciudadano Kane”, pero tampoco hay que pasarse.

Evitadla como a la peste negra.