jueves, 7 de enero de 2016

Cook Serve Delicious


Simple, pero sorprendentemente entretenido.


Como la vida está un tanto achuchada, hace ya un tiempo que a los videojuegos les puedo dedicar ratos de una media hora, y eso si hay suerte. Acabar obras, por interesantes que sean, como los “The Witcher” o “The Elder Scrolls” (mejor “The Witcher”, si os interesa mi opinión), me llevaría una vida y resultaría poco práctico, así que, de momento, voy derivando hacia juegos menos exigentes en cuanto a tiempo, y ahí entran los casual games o jueguecillos de pasar el rato, en román paladino.
Pues bien, en este campo entran pequeñas joyas como “One Finger Death Punch”, ya comentado anteriormente, o el que ahora nos ocupa “Cook Serve Delicious”, que pone a nuestra disposición la cocina de un restaurante, al que deberemos llevar a las más altas cotas del prestigio culinario.

¿Cómo hacerlo? ¿Vemos todos los programas de Chicote? ¿Nos apuntamos a la escuela online de MasterChef? Mucho mejor, cómodamente sentados con nuestro teclado (o mando, lo que prefiráis).
La mecánica de todo esto es muy sencilla. Comenzamos con un restaurante vacío y unos dólares para comprar unos platos. Con el presupuesto inicial sólo podremos empezar con lo más básico (nada de vino y langosta) pero, aun así, tendremos suficiente dónde elegir.
Cada día podremos seleccionar nuestra oferta de entre los platos que hayamos comprado, teniendo en cuenta que hay diversos factores que afectarán positiva o negativamente a la popularidad de nuestro restaurante (lo que hará que venga más o menos gente). Algunos de estos factores son la repetición de platos en días sucesivos (se cansan de verlos y se van a otro restaurante), que llueva o no (hay recetas que se piden más los días de lluvia), ofrecer platos más o menos saludables, etc.
Una vez acabadas estas gestiones, extremadamente sencillas, pasamos al meollo del asunto. Abrimos el restaurante y nos lanzamos a cocinar.

De momento sólo 4 comandas a la vez. Fácil.
Cuando empiezan a ser más el argumento se complica...

Estamos en nuestro restaurante. A la izquierda de la pantalla tendremos una lista de las comandas que van entrando de nuestros clientes. De entre ellas podemos seleccionar la que queramos preparar pero, cuidado, los clientes tienen una paciencia finita y, si les hacemos esperar demasiado, se irán a otro sitio donde atiendan mejor.
Una vez seleccionada la comanda, se nos especifica qué receta en concreto quiere el cliente, porque cada plato puede tener varias recetas distintas, y se abre a nuestra derecha la ventana de cocina con la lista de todos los ingredientes disponibles para el plato (y eso incluye todos los de todas las recetas distintas para dicho plato, o sea, que la lista puede ser bastante más larga de lo necesario para nuestro caso). Cada ingrediente tiene vinculada una tecla para añadirlo al plato. Así de sencillo.
Algunos platos pueden tener varios pasos; como las hamburguesas, donde primero hay que cocinar la carne y luego montar todos los ingredientes; o requerir un orden concreto, como la lasaña, donde tenemos que apilar los ingredientes en un orden lógico ([pasta + salsa + queso + parmesano] (x3), si no recuerdo mal).
Si no cometemos ningún error será un plato perfecto y subirá nuestra reputación, además de mejorar la posibilidad de propina, si cometemos un pequeño error se considerará un plato mediocre y, bueno, saldremos del paso sin mucha queja, pero si el error es grave será un mal plato, el cliente se marchará enfadado y bajará nuestra reputación.

Como veis, montar una buena lasaña es tan fácil como pulsar:
p + s + c + r + p + s + c + r + p + s + c + r + [Enter]
Pero esto no es tan fácil como parece cuando se te empiezan a acumular las comandas en las horas punta de la comida y la cena, y nada, nada, fácil cuando aún no te sabes de memoria los ingredientes y sus teclas asignadas.
¿Y si la lasaña la piden con carne, vegetales o mixta? Pues ya hay pequeñas variaciones en los ingredientes que tendremos que controlar para poder acabar un día medianamente exitoso.
Y para que todo sea más divertido, irán apareciendo pequeñas tareas, como limpiar los servicios o fregar los platos, que nos penalizarán si no las conseguimos realizar a tiempo.

Abajo, la receta. A la derecha, los ingredientes.
En ese caso: T + C + P + M + [Enter]


Al final del día tendremos, a buen seguro, un montón de dinero acumulado que podremos gastar en comprar platos distintos y mejorar los que tenemos, lo puede aumentará su número de ingredientes y número de recetas distintas, pero también el dinero que cobramos por ellos.
Además podemos comprar pequeñas mejoras para nuestro local, como el lavavajillas o el servicio de comida para llevar.

El restaurante irá progresando conforme vayamos cumpliendo unos requisitos predefinidos para ganar una nueva estrella, lo que abrirá más huecos para comandas (lo que nos dará más clientes y más dinero, pero también más presión y dificultad) y la posibilidad de añadir más platos distintos en nuestro menú diario (lo mismo que en el caso anterior).

Esa es la dinámica básica aunque también hay eventos especiales, al margen del día a día del restaurante, con los que podemos ganar más dinero, equipamiento o incluso el amor.
Resulta sencillo, pero la pregunta que tenemos todos en mente es, ¿resulta entretenido?
Mucho, aunque la parte de gestión es tan simple que igual no merece ser llamada “gestión” y el juego en sí no es muy distinto a aprender mecanografía (ir pulsando las teclas correctas, a la mayor velocidad posible, mientras vas leyendo las comandas), la verdad es que resulta bastante entretenido. Los días son cortos (seis o siete minutos), la acción constante y siempre es emocionante intentar conseguir el día perfecto (que además te da un pequeño bono económico).

Evidentemente no es un juego con el que pasarte toda una noche (para eso está “Civilization”) pero ya le habré echado unas doce o trece horas y me sigue resultando igual de divertido que al principio, o incluso más, porque el principio resulta bastante sencillo.
Mientras entrenáis la rapidez visual y coordinación podéis pasar un buen rato haciendo de cocinillas sin tener que mancharos de harina.
Esto, sumado a que lo compré a menos de 1 € (¡esperad siempre a las ofertas!), hace que “Cook Serve Delicious” sea una jugada redonda que recomiendo a quien quiera jugar un rato poniendo a prueba sus reflejos y sin muchos quebraderos de cabeza.

1 comentario:

  1. Quitando que no tiene nada que ver la mecánica ni la temática, la explicación de la falla me ha recordado a "Mad TV", otro grande donde los haya con muchas horas de diversión (o que eran otros tiempos y no había nada mejor).

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