martes, 14 de noviembre de 2017

El Trabajo III

Hola a todos, hoy os traigo la tercera parte del trabajo, como ya os dije, esto de trabajar da para mucho. Para bien o para mal, siempre pasan cosas.

No hace mucho una antigua compañera, tuvo la desafortunada idea de hacer una serie de comentarios. Digo desafortunada, porque los hizo en el foro que no tocaba pues puedes dar tu opinión cuando quieras, pero donde toca y sin importunar a nadie (o eso creo yo).

La cuestión es que en muchas cosas tiene razón, en otras no, pues le pierden las formas y los modales. Pienso que por muy enfadado que estés la compostura no la debes perder nunca, porque entonces aunque tengas toda la razón del mundo, dejas de tenerla.

Aquí os abro un espacio para poder comentar cosas, poder quejarnos, poder opinar con total libertad, desde el respeto mutuo.

Os cuento las cosas con las que si estoy de acuerdo y que creo que muchos si os paráis a pensarlas sin ver de quien vienen, también estaréis de acuerdo.

 - En muchos trabajos hay favoritismos, no debería de suceder, pero sucede y quien diga que no, miente.

 - En muchos trabajos siempre hay algún jefe que es un incompetente, que a pesar de que todo el mundo lo sabe y de que no lo puede ver nadie, todo el mundo le hace la pelota, por miedo. No se dan cuenta que no hay que tener miedo, al fin y al cabo no deja de ser un trabajador más, que tiene por encima suyo a otros jefes, no tiene ningún poder sobre nosotros y si usa alguna vez su condición de jefe para menospreciar o presionar a alguien, se le puede denunciar por acoso laboral y tendría todas las de perder. Pero tiene suerte, de que las personas seamos conservadoras y no queramos meternos en líos.

  - Que las condiciones laborales a las que estamos sometidos son pésimas, mala infraestructura tanto material como personal. Que si sois 3 haciendo la faena de 11, te aguantas porque la faena tiene que salir igual (que ni de coña sale). Seamos realistas, es imposible físicamente que tres personas hagan lo que normalmente hacen 11. 

  - Que como no hay material para realizar la faena en condiciones de seguridad, tanto para ti como para el resto, lo único que te digan es, la faena se tiene que hacer igual y si no búscate otro trabajo o cógete la baja. De verdad he de hacer un sobreesfuerzo en el que me puedo lesionar y que luego nadie se hará responsable de mi lesión porque he sido yo quien ha hecho el sobreesfuerzo porque he querido. No, perdona, lo he hecho porque me has obligado (pero el jefe lo negará y el resto lo apoyará, aunque sepan que tienes razón, porque les pasa lo mismo).

  - Que en muchas ocasiones te veas solo ante el peligro por que la mayoría de tus compañeros se han salido a fumar, a tomar el aire, a almorzar una hora, a comer hora y media y como tú no eres de salir o salir lo justo y necesario, porque no fumas y porque comes lo más rápido posible por si haces falta,  te cargas con tu trabajo y el suyo. Vergonzoso que encima estos "compañeros" se enfadan cuando les comentas que no salgan tanto a fumar porque tienen que trabajar, o simplemente les pides que vigilen tu puesto para tu poder ir a orinar y se nieguen. Si la gente fichara todas las idas y venidas estas cosas no pasarían, si hubiera unos buenos jefes esto no pasaría. Pero no me refiero a los pequeños jefes, sino a los grandes jefes, los que controlan todo. Porque no pasa en una categoría solo, pasa en todas y es triste, muy triste, ver que vas a un sitio para que te atiendan porque lo necesitas o crees que lo necesitas y como se han ido todos juntos a cenar o a comer o a almorzar o a fumar, tarden en atenderte varias horas. Pero claro, cuando son ellos los afectados, se saltan toda regla y toda cola para ser los primeros y mejor atendidos. Vergüenza les debería de dar. 

- Que si no le caes bien a un mini-jefe, te haga la vida imposible. Está fatal, no deberíamos permitirlo. Todos sabemos, quién funciona y quién no. Si los de bajo lo sabemos, los de arriba también y en sus manos está solucionar problemas. Pero como bien sabemos eso no es posible porque el poder corrompe a mucha gente y todo lo que opinaba cambia de forma.

  - Que llames a tu mini-jefe para comentarle que falta un compañero y te diga: "mala suerte, sois tres podéis hacer la faena igual". Es muy bonito decir eso desde un despacho, en el que incumples toda normativa del centro porque para ti no hay reglas. Fumar esta prohibido en todo el recinto, incluido los despachos. Tratar mal a tus subordinados es denunciable. Te libras porque no has dado con quien quiera plantarte cara.

- No estoy de acuerdo con ella en que todos los mini-jefes que tenemos son malos. Muchas veces es por no ser capaces de enfrentarse a otro mini-jefe o porque por mucho que lo intenta hay otro que le hace sombra y no le deja hacer las cosas bien. Muchas veces no depende de nosotros mismo que las cosas salgan como nosotros queremos pero sí que podemos intentarlo una y otra vez.

  - Actualmente tengo compañeros maravillosos, sí que es verdad que no todos me lo parecen, pero igual que yo no soy santo de devoción de muchos, pues cada uno tenemos una forma de ser y nos acoplamos mas a unas personas que a otras. Es normal que por nuestro carácter choquemos más con unos que con otros. Yo personalmente no soporto a los que no hacen su trabajo bien porque no les da la gana, porque eso repercute en mi trabajo. Entiendo perfectamente que en algún momento todos nos encontramos mal y no podemos dar mas de sí (Yo tengo Fibromialgia y hago todo lo que puedo y mas, intentando que mi cansancio y mi dolor no repercuta en mis compañeros).

Lo dicho al principio, en muchas cosas estoy de acuerdo, pero no estoy de acuerdo en cómo lo hizo.

Bueno, hasta aquí la tercera entrega del trabajo. Seguro que continuare ampliando, porque da para muchísimo.


Como siempre os animo a comentar. Pues en muchos trabajos pasa lo mismo.


1 comentario:

  1. Si le haces el relevo a un compañero lo correcto es avisarle inmediatamente y dejar que se vaya a su casa, porque su turno ha acabado. No está bien llegar, tomarte un café, leer el periódico y, media hora después de que haya empezado tu turno, acordarte de avisar al compañero que ya se puede ir.
    A mí, al menos, me molesta ligeramente...

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