martes, 15 de mayo de 2018

Mon and Dad

De pequeños te los comerías,
luego te arrepientes de no haberlo hecho...


Hola a todos. Hace poco he visto “Mom and Dad”, una película de terror y humor negro que os puede resulta interesante.

Todo comienza cuando, sin previo aviso, todos los padres/madres empiezan a matar a sus hijos. En el telediario esto resultaría muy dramático pero como está protegido por una capa de humor negro y los cadáveres tienden a ser adolescentes, se hace llevadero (todos sabemos que los adolescentes son carne de cañón en el cine de terror y, además, son representados como personajillos irritantes que, básicamente, merecen lo que les pasa).
Caveat, hay un par de escenas donde aparecen recién nacidos que se me hicieron mucho más cuesta arriba. Para vuestra tranquilidad, ninguno muere pero el susto me lo llevé igual.

Todo esto, como he dejado caer antes, pasa sin previo aviso y sin mayor explicación pero sirve para tratar los temas principales de la película, que giran en torno a la familia y a las frustraciones que vienen con la edad (“Yo molaba, ¿quién es esa persona cansada y envejecida que me mira desde el espejo?”, “¿por qué no puedo volver al mundo laboral después de criar a mis hijos?”, “¿sigo conservando mi atractivo?”, “mis hijos ya no me necesitan…”).

Mi vida era así... ¿qué me ha pasado?

Por lo demás, encontraremos mucha sangre (evidentemente falsa aunque no demasiado explícita; salvo al joven al que le atraviesan la mejilla con una percha, que se ve en primer plano. Total, se saca la percha y sigue corriendo como si nada).
Las actuaciones están convenientemente desatadas, lo que le viene muy bien al tono de la película. ¿Os imagináis a Nicolas Cage con cara de loco? Pues eso.

Por si no os lo imagináis: es esta cara.

En definitiva, la vi sin demasiadas expectativas y al acabar no tenía muy claro que opinión formarme pero pasados unos días el poso ha resultado bastante positivo. Es una película que parece hecha sin demasiado presupuesto, con amplias dosis de malicia pero divertida, aunque a ratos no sea cómoda de ver. Evidentemente está hecha para los seguidores del terror o de una cierta dosis de violencia un tanto disparatada, así como para los que peinamos canas, que somos los que más identificados nos podemos sentir. También sería conveniente que algún día la vieran vuestro hijos para que se vayan dando cuenta de que “os queremos más que a nada en el mundo pero a veces... a veces nos gustaría…”

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