martes, 17 de junio de 2014

American Megafauna

No, la portada no es muy bonita...
Pero la pregunta seguro que es... ¿puedo tener un velociraptor con un arco?
¡Con la expansión, sí!
Hola a todos. Hoy os voy a recomendar un juego que me parece extremadamente interesante y que creo que no es demasiado conocido (al menos no lo he visto en ninguna tienda física y, desde luego, no está traducido). Se trata de American Megafauna (no, esto no lo traduzco).
Hay una nueva versión del mismo llamada Bios: Megafauna pero no tengo la suerte de haberle echado la zarpa encima, así que nos quedaremos con esta primera versión.

Este juego nos pone a dirigir la evolución de un grupo de animales, su crecimiento y expansión por los territorios de América del Norte.

El tablero comienza con unas losetas de territorio predefinidas, pero que irán cambiando según los eventos que vayan saliendo durante la partida.
Estas losetas, llamadas biomas, representan un entorno que ofrece un determinado alimento a los herbívoros pero también exigen unos requerimientos...
¿Tienes el aparato digestivo adecuado para ese tipo de hierba?, ¿no? Pues no puedes entrar.
¿Tienes alguna adaptación "antiarmadura" para poder abrir los moluscos que ofrece el bioma?, ¿no? Pues tendrás que buscar otro que no tenga ningún requerimiento.

Como véis ser un herbívoro no es fácil, porque se empieza sin ninguna adaptación, en el tablero tampoco hay muchos biomas sin requerimientos y estos sólo pueden albergar unas pocas fichas de población (entre 1 y 4), así que habrá que competir por lo poco que hay disponible.
Por supuesto, si consigues una adaptación que te permita aprovechar un tipo de alimento que nadie más tiene, te aseguras una ventaja evolutiva muy importante.

El tablero con las losetas "bioma", las fichas de población...
Pues si ser herbívoro es tan duro, ¡todos carnívoros!
Tampoco tienen una vida fácil, porque dependes de tus compañeros de juego, los herbívoros. Si estos tienen que adaptarse para poder comer en sus biomas, los carnívoros tienen que asegurarse que pueden alimentarse de alguna de las especies en juego.

Los herbívoros tratan de esquivarles con adaptaciones que les dan, por ejemplo, velocidad o armadura, y los carnívoros las contrarrestan con más velocidad o adaptaciones "antiarmadura", como cuernos y colmillos.

Cuantos más biomas tengan disponibles los herbívoros más podrán aumentar su población y lo mismo para los carnívoros, cuantas más presas disponibles, más población.
Esto es crucial porque durante la partida se puntúa dos veces el número de fichas que tenemos en tablero. Al final se suman estas dos puntuaciones y el que más tiene gana. Así de fácil.

No es un juego complicado. Tiene una cierta cantidd de reglas que al menos uno de los jugadores debería conocer bastante bien para que vaya fluido, pero la mecánica tiene poco misterio.
En estas preciosistas hojas llevaremos nuestras especies y sus adaptaciones.
Primero se revela una carta de la reserva, donde podemos encontrar nuevos biomas, adaptaciones por las que podemos pujar con nuestras "monedas-genes", nuevas especies con las que ampliar nuestra población, catástrofes aleatorias que pueden llevar a la extinción a más de una especie despistada...
Os haré notar que el juego ofrece muchísimas más cartas de las que se usan en una partida, así que la rejugabilidad es infinita en este aspecto.

Una vez aplicada la carta (bioma, extinción o inmigrantes) o adquirida en la puja (adaptaciones y especies) nos centramos en el tablero. Todas las especies crecen, migran y compiten por los recursos disponibles.
Para esta competencia hay unas reglas de "desempate" bastante sencillas, pero que hay que tener claras. Al fin y al cabo, la gente se molesta mucho cuando le desaparece la mitad de la población por no haber tenido en cuenta alguno de los factores (como que la presencia de un carnívoro puede decantar la balanza por un herbívoro u otro).

Así irá subiendo y bajando la población de las distintas especies en función de cómo les vaya en la feria.

Por último os comentaré que es un juego muy temático y bien documentado. A un cierto nivel puedes ver la evolución y la ecología en acción (y darte cuenta de que la "Naturaleza" es una chapucera que avanza a salto de mata) jugando a American Megafauna .
Pero como la misma evolución, puede resultar aleatorio y un tanto cruel. Hay muchos factores que escapan a nuestro control, como la aparición y desaparición de biomas del tablero o peor aún, las extinciones masivas.
Por ejemplo, aparece una carta de Catástrofe: Sequía. Todas las especies que tengan tres o más adaptaciones marinas mueren y se retiran del mapa y de un plumazo te puedes despedir de la partida.

Una vez sabes que el juego funciona así tampoco es demasiado grave, porque sabes que a la próxima le puede tocar a otro, pero es conveniente saber que ese factor aleatorio y por ende injusto, existe.

Las fichas venían en estas hojas...
¡Menuda panzada de destroquelar y recortar que me pegué!
Dicho todo esto he de decir que el juego me gusta, y me gusta mucho. Me parece bien pensado y bien llevado a cabo.
Una vez pasas el primer susto de las reglas (¡Dios mío, ¿qué había que hacer si subía el efecto invernadero?!) se puede jugar de forma muy fluida y sin tiempos muertos, y si te puedes tomas con buen humor el ser extinguido porque tu única presa ha desarrollado una cola con pinchos y ya no se deja comer creo puedes disfrutar de un juego tan divertido como interesante e instructivo.

Hasta otra...

P.D: todas las fotos de boardgamegeek.com.
Gloria y agradecimientos a sus autores.


2 comentarios:

  1. Después de la reseña no he podido resistirme y he descargado la versión de VASSAL.
    Cuando encuentre ratos libres (espero que a partir de ahora hayan más) le iré pegando un vistazo a las reglas.
    Parece que tiene una fuerte componente que permite jugar en solitario. Interesante.

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  2. Creo que nunca me ha gustado tanto un juego para el que soy tan negado. Si pasamos por alto que se han gastado dos pesetas en los materiales del juego, hasta el punto de ver la hoja de la especie nueva de la expansión (pobrecilla le tocó debutar conmigo) y pensar que es una maravilla porque es una cartulina impresa en color, es un juegazo. Es rápido, complejo, bien documentado y para los que aun soñamos con dinosaurios nos permite soñar despiertos (hasta que una catástrofe te baja a la realidad).

    Creo que refleja muy bien la evolución, en todas las asignaturas relacionadas con la biología debería ser obligatorio jugarlo. Investigaré el Bios: Megafauna.

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