sábado, 31 de mayo de 2014

Pandemia

Pose heroica. El argumento no es para menos.

Pandemia. (Del gr. πανδημία, reunión del pueblo).
1. f. Med. Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región.

Cuatro terribles enfermedades se están propagando sin control... ¿tienes lo que hace falta para detenerlas? ¿Un doctorado en microbiología? ¡No, una partida de Pandemia!

Pandemia es un juego de mesa totalmente cooperativo que nos pone al frente de la investigación contra estas cuatro enfermedades (a saber; la roja, la amarilla, la azul y la negra), representadas por pequeños cubos del color correspondiente que se irán expandiendo por el tablero que, como podéis ver, es un mapamundi con algunas de las ciudades más representativas como casillas, que se dividen en los mismos colores que las enfermedades.
Tenemos un tiempo limitado para encontrar la cura a las cuatro enfermedades antes de que escapen a nuestro control y perdamos las partida.

El tablero es sencillo y muy claro.

A cada jugador (entre 1 y 4) se le reparte una carta de rol (genetista, médico, coordinador de efectivos...), cada una de las cuales posee una habilidad especial única, y algunas de las cartas del mazo de juego, que representan las ciudades del mapa.

Cinco cartas amarillas
y curaremos la
enfermedad amarilla.
Para encontrar la cura de una enfermedad un jugador ha de reunir cinco cartas del mismo color. Esto es relativamente sencillo, pero hacerlo suficientemente rápido como para encontrar las cuatro curas antes de que se nos acabe el mazo y mientras luchamos por contener la expansión de las enfermedades no lo es.
Ahí está la gracia del juego. No hay tiempo para hacerlo todo. Si nos paramos a quitar cubos de enfermedad del tablero no encontraremos la cura definitiva, si nos paramos a buscar la cura se nos descontrolan las enfermedades en el tablero...
Hay que hacer mucho con pocas acciones, saber cuándo se puede arriesgar y cuándo hay que ser conservadores, e incluso qué debemos sacrificar en aras del bien común.

Cuando veáis la Epidemia
empezarán los sudores fríos...
Cada turno, además de robar cartas "de ciudad" que nos ayudan a encontrar la cura, revelaremos cartas de infección, que pondrán nuevos cubos de enfermedad por el tablero y, para animar el cotarro, emboscadas entre nuestras cartas "de ciudad" tenemos cartas de "Epidemia" que, sin entrar en la mecánica del juego, provocan el recrudecimiento de las enfermedades.
Estas cartas de "Epidemia" son, de hecho, el nivel de dificultad de la partida. Podemos jugar con cuatro (para principiantes), cinco o seis (si sentimos a Asclepio a nuestro lado).


Así pues tenemos un juego con una mecánica relativamente sencilla en el que debemos ser de lo más eficientes la gestión de las acciones y de las cartas de la mano, que también son limitadas.
Para esto es imprescindible comunicarse con el resto de jugadores y consensuar un plan de acción. Todos pueden aportar ideas y esto hace que no haya ningún tiempo muerto pues, aunque no sea tu turno, has de estar fijándote en todo lo que pasa, pensándo cómo optimizar los recursos disponibles.

Al principio veréis un tablero casi vacío y puede daros la impresión de que no está pasando gran cosa, pero nada más lejos de la realidad. Enseguida os daréis cuenta de que confiarse al principio puede hacer que no haya tiempo después de contener la avalancha de cubos-enfermedad que se nos puede venir encima en los turnos finales.
Estos turnos finales son, las más de las veces, muy emocionantes porque se deciden partidas por tener una acción de más o de menos, o por robar (o evitar) la carta de infección de una ciudad en concreto.

Asia está siendo invadida por las enfermedades roja y negra...
¿Tratamos a la población y retiramos cubos del tablero o dejamos que se expandan mientras tratamos de encontrar la cura defintiva?

En conclusión, un juego de pensar un rato en cómo optimizar acciones y cartas limitadas, pero entre todos, porque se gana en equipo o se pierde.
La partida no es larga (entre 30 y 60 minutos, a ojo) y las reglas no son realmente complicadas, lo que lo hace un muy buen cooperativo para todo tipo de jugadores.
Además las diferentes combinaciones de los distintos roles (que recordemos que cada uno tiene una habilidad especial) hace que cada partida podamos (debamos) optar por una estrategia distinta.
También es un gran acierto porder ajustar la dificultad incluyendo más o menos cartas de "Epidemia". Así siempre podemos jugar a un nivel que no nos frustre por fácil o difícil.

Ah, si vais a jugar con gente "no jugona" os interesa saber que el autor tiene variantes "familiares" del juego, como "La Isla Prohibida", que viene a ser la misma mecánica, un poco más fácil, más bonito y accesible.

Altamente recomendado.

3 comentarios:

  1. Un gran juego, no hay muchos juegos cooperativos, por lo que ya es un aliciente. Los diferentes personajes y la mecánica garantizan que no haya dos partidas iguales. Allá donde lo saco triunfa, por algo será.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta... por cierto, qué versión más fashion, con cubitos translucidos, no? Es la española? Han tirado los restos! O será que el plástico es más barato que la madera? ;)

    ResponderEliminar
  3. Yo me quedaría con la segunda opción ;P

    ResponderEliminar