viernes, 19 de septiembre de 2014

La bella durmiente (1959)

Un clásico de todos conocido y edulcorado hasta la náusea.

Hola de nuevo. Ya que había visto “Maléfica” me lancé a ver “La bella durmiente”, para tener con qué comparar.

La verdad es que es el primer clásico Disney que veo desde hace muchos años y la experiencia no ha podido ser más negativa. Bueno, sí podía, pero ha sido bastante mala.

Directo al grano.

Aurora es una nulidad. Hace buenas todas las críticas que había oído sobre las “princesas Disney”.
Maléfica es unidimensional en su maldad. Es mala y punto, sin más historia ni justificación más allá de “las fuerzas del mal” y “los poderes infernales”.
Los reyes aportan poco y el “príncipe azul” (que se llama Phillip, por cierto) me pareció un vector de las hadas en su lucha contra Maléfica, no un actor con voz y voto.
En esta versión creo que las tres hadas eran las que movían la acción, tenían las ideas y las llevaban a la práctica, bien en persona o a través de la marioneta del príncipe. Ahora bien, algunas de sus ideas eran para hacérselo mirar…

Imagen arquetípica de la lucha del bien y el mal.

¿Las bendiciones a una princesa son belleza y una bonita voz para cantar? ¿En serio? ¿No se les ocurre nada mejor para alguien que tiene que gobernar? ¿Honradez y sentido de la justicia? ¿Conocimientos de economía, diplomacia y estrategia militar?

Otra idea. Cuando Aurora cae víctima de la maldición duermen a todo el reino para que no se pongan tristes por la princesa. ¡¿Dormir a todo el reino?! ¿Y si Aurora llega a morir como dijo Maléfica qué hacemos? ¿Matamos a todo el reino?

¿Así es como nos enfrentamos al dolor y la pérdida? ¿Cerramos los ojos y esperamos que se pase como por encanto? ¿Este es modo de formar a una persona?

Yo creía que todas las parodias de la princesa con los animalitos del bosque serían un poco exageradas.
Para nada. Hay que verlo para creerlo.

En general la película está hueca. No cuenta nada. Yo diría que tiene argumento para un corto de veinte minutos y el resto es relleno de imágenes dulces y música de Tchaikovsky (muy buena, evidentemente pero para disfrutarla me pongo el ballet, no una película).
El mensaje viene a ser que el amor tiene fuerza. Cierto, pero evidente, como toda emoción que sentimos. Todas tienen el poder de hacernos mejores, peores, de ponernos en movimiento o paralizarnos con su intensidad.
No creo que el amor tenga más fuerza que el odio o la ambición, pero es mucho más bonito y aquí nos lo venden como si fuera lo único que debemos desear en la vida. Amor, el arco iris y unicornios de gominola.

"La vida es dolor, Alteza, quien quiera que diga lo contrario pretende engañaros."
El pirata Roberts, "La princesa prometida".

En definitiva, me recordó a muchas películas de terror. No te va a aportar nada pero si sabes a lo que vas puedes encontrarle las virtudes...
Yo no estaba preparado y me perdí su encanto. Una lástima.

Hasta otra.

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