viernes, 12 de septiembre de 2014

The Witcher 2: Assassins of Kings

Choque de reyes + Tormenta de espadas = Festín de cuervos.
Saludos, damas y caballeros. He aquí una breve semblanza de las hazañas del famoso Lobo Blanco de Rivia (aunque no es realmente de allí), el brujo Geralt, en la segunda de sus incursiones al vuestro ordenador que lleva por título "The Witcher 2 - Assassins of Kings" ("El brujo 2: Asesinos de reyes"; para los que no parléis la lengua de la pérfida Albión).

Como ya sabréis Geralt es la creación del fabulador del muy noble reino de Polonia, Andrzej Sapkowski, y tiene su propia serie de escritos donde podréis seguir sus aventuras.
He de confesaros que, en su día, los primeros volúmenes de la serie se me antojaron bastante más entretenidos que los últimos, pero estoy esperando a su relectura para arrojar una opinión definitiva.

En vuestro ordenador podéis disfrutar ya de dos grandes aventuras de nuestro héroe (a partir del año de 2015 podréis disfrutar de la tercera, "The Witcher 3: Wild Hunt" ("El brujo 3: La Cacería Salvaje")).
El caso que nos ocupa "Asesinos de reyes" es una superlativa obra en prácticamente todos sus aspectos.
No me agrada dejarme llevar por las alabanzas de la crítica profesional, dado que cada pocos meses nos presentan una nueva "revolución del género", "lo más grande desde el bocadillo de Nocilla", etc.
En este caso he de decir que la obra me ha convencido y los elogios son merecidos.

Comparándolo con su admirable predecesor "The Witcher" este "Asesinos..." es un salto adelante en todos los aspectos.
Quizá uno de los más llamativos sea el combate.

Cuatro muertos vivientes contra Geralt.
Suficientes como para darnos una soberana paliza si no hacemos las cosas bien.
El combate de "The Witcher" se basaba en mantener un ritmo de ataque, mientras que en "Asesinos..." hemos pasado a obtener el control absoluto de las acciones de nuestro protagonista: ataques, contraataques, esquivas... además de disponer de más amplios recursos, como armas arrojadizas y trampas.
Además, en "The Witcher" podía lanzar a Geralt a lo más crudo de la refriega sabiendo que en la mayoría de casos la fuerza de su brazo y la resistencia de su armadura sería suficiente para alzarme con la victoria. En los casos que no era así una o dos pociones eran suficientes para desfacer cualquier entuerto.
En "Asesinos...", si Geralt se ve rodeado por sus adversarios lo más normal es que no dure más allá de cinco o diez segundos, lo que no deja de ser lógico. ¿Cuánto duraríamos nosotros, simples personas, con un truhán apuñalándonos repetidamente por la espalda? Geralt dura un poco más, pero poco.


En general, señoras y señores, la dificultad, especialmente de sus primeros capítulos, es suficiente como para echar atrás a quien no tenga tiempo suficiente como para repetir el mismo combate ad nauseam.
Con las horas de batalla obtendremos la experiencia necesaria para saber qué espera el juego de nosotros y pareciome que más me pedía "atacar como un lobo y huir como un ratón" (como decían los Storyteller en su fantástica "Chant of the Thieves") que aguantar a pie firme cual enano acorazado a las puertas de su mina.

Para aderezar un poco el desarrollo nos han incluido algunos mini-juegos, como los ya conocidos dados de póker, el boxeo o los pulsos, y escenas en las que tenemos que pulsar en el momento justo la tecla que nos indican para llegar a la feliz conclusión del suceso.
Otras nuevas mecánicas como los mutágenos están bien, no hacen daño, pero tampoco aportan un beneficio perceptible.

Y además de todo esto, noble audiencia, la historia que nos cuenta me interesó grandemente y pese a estar cargada de políticas, tema al que le tengo una cierta alergia, consiguió atraparme de inicio a fin.

En "The Witcher" nos prometían una historia para adultos con decisiones morales de calado pero, aunque era un innegable avance respecto a "tenéis que conseguir la Espada de la Luz Luminosa pues viene el Malvado Maligno a destruirlo todo", no me pareció que las decisiones que hube de tomar fueran tan complicadas.
Teníamos un grupo guerrillero-terrorista a un lado y una nobilísima orden paramilitar de fanáticos religiosos al otro. Con intentar que ambos causaran el menor daño posible mi conciencia estaba limpia. Me resultó relativamente claro cual era la "buena decisión".
Iorveth de los Scoia'tael. El ansia de libertad y los nobles ideales te pueden convertir en un monstruo y, sin embargo, podemos necesitar una alianza con gente como él.
En "Asesinos..." el argumento se complica ligeramente dado que en muchos casos no hay decisión buena y algún inocente va a sufrir, y mucho. O sencillamente, no hay inocentes pero alguien va a sufrir de todas formas, y mucho.
Algunos de los pintorescos personajes que encontraremos en nuestras andanzas me resultaron simpáticos y útiles para mi causa, pero no se puede negar que son verdadera gentuza. Y pese a serlo, no son malvados en sí mismos.
Permitidme explicarme con un ejemplo, sin duda un sargento de infantería ha cometido mucho actos de los que no podría ciertamente enorgullecerse, habrá matado y habrá saqueado pero, ¿se lo podemos realmente reprochar? Es quién es, su mundo es así y, dentro de lo que cabe, no es mala persona. Gentuza, sí, pero no mala persona.
Esto son los grises que encontraremos en este sombrío mundo.

Ciertamente, amigos míos, la naturaleza humana no sale bien parada en las gestas de nuestro buen Geralt. La Guerra del Anillo es noble y limpia, inspiradora, como si dijéramos, la guerra que vemos aquí no. Es lo que esperáis evitar cuando rezáis a Melitele para que la guerra nunca llegue a las puertas de vuestra casa. Como dijeron Iron Maiden en "Cómo Estáis Amigos": "Only horror, only pain...".

Brother against brother / Until no one is left alive /Many souls will sleep in Hell tonight / Now it's time for war!!!
Alerta, posible Spoiler:
Este un uno de los muy pocos juegos donde llegando al final y cara a cara con uno de los principales antagonistas, el famoso "asesino de reyes" del título, renuncié a combatir con él porque su muerte no hubiera aportado nada. Gentuza, sí, pero comparado con los que mueven los hilos... y habiéndose resuelto ya los acontecimientos, ¿a qué venía más sangre?
Fin Spoiler.

Además tengo entendido que hay al menos un par de líneas argumentales para explorar, cada una revelando unos secretos y una parte de la historia, por lo que aún puedo sacarle más partido a esta tremenda aventura.

Destaquemos también que las misiones eran serias, no del estilo "he perdido a mi gato" o "cómprame unos sacos de harina" con las que empiezan algunos juegos.
Recordemos que Geralt es una figura a tener en cuenta y siempre, al menos que yo recuerde, se le trata como a tal. Mandar al "Carnicero de Blaviken" continuamente a por panes no haría una historia digna de ser cantada por los bardos. No todo es asaltar castillo (que ya hacemos en el prólogo) pero, vamos, se mantiene un nivel digno.

Con respecto a su antecesor también he de decir que ha cambiado la actitud frente al bello sexo. En "The Witcher" conseguíamos una hermosa ilustración de la moza que conseguíamos llevar al catre, como unos coleccionables, por lo que se premiaba el convertir a nuestro esforzado brujo en un Don Juan de aquí-te-pillo-aquí-te-mato.
En "Asesinos..." hay menos picardías, aunque las hay, pero una relación más interesante. Igual os parece que coleccionar cromos de mujeres es la esencia de la condición humana, pero yo me inclino más por la relación interesante.
Esto también tendré que explorarlo mejor en posteriores visitas al juego.

Después de esto... ¿cómo le dices que ha malinterpretado vuestra relación?

¿Todo son mejoras?, os preguntaréis. Sinceramente, sí, eso me pareció.
¿Algún problema, para que no parezca que vengo estoy a sueldo de sus honrados creadores?

Un para de bugs pude encontrar o eso creí, respecto a llegar a una misión a mitad y que me hablaran de algo que no acababa de entender muy bien y que sólo me explicaron completamente cuando la llevé a cabo. Algo así como si no tuvieran previsto que podíamos llegar a ese punto por el camino que tomamos. Aún así no falló nada y al final todo quedó claro y la historia continuó sus derroteros sin mayor problema.

Quizá tampoco da tiempo de disfrutar del equipo. Para cuando empezaba sentir la sensación de logro de haber diseñado y reforzado una gran armadura ya me daban la cota de Chucurrún, el Pelao, que era mejor que la mía y la tiraba.
Cambiaba de espada tan a menudo que nunca tuve la gratificante sensación de: "ahora he cogido una Excalibur o una Andúril... ahora os vais a enterar".

Y, como ya dije en su momento, la dificultad puede resultar excesiva por momentos. La primera vez que crucéis vuestro camino con los peligrosos espectros no creáis que vais a sobrevivir a más de dos o tres golpes.
No exagero, es así, pero también os prometo, mis aguerridas huestes, que con un poco de práctica podéis matar hordas de espectros y, de hecho, tendréis que hacerlo.

Un último problema y, posiblemente el más importante, es que la historia es tan amplia que, por largo que sea el juego, acabaremos a mitad. Podía haber continuado mis andanzas el doble de tiempo y no habría acabado, seguro, con todo lo que los acontecimientos prometen.
Para eso está "The Witcher 3: Wild Hunt", claro...

Los videojuegos están muy bien
pero la lectura os hará crecer.
Y con esto, paciente audiencia, creo que llegamos al final.
Aplausos y más aplausos, no para mí, que no los merezco, sino para este "Asesinos de reyes" que me ha parecido uno de los más interesantes juegos que he podido disfrutar últimamente.
Ah, si esta saga informática puede animar a alguien a leer los libros originales, miel sobre hojuelas. No lo dudéis, incluso los más flojos tienen momentos memorables.

No veremos próximamente.

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