Spelunky

Los cuatro personajes iniciales. Luego podremos desbloquear más.

Hola a todos. Os vuelvo a traer uno de esos videojuegos que seguramente podéis encontrar tirado de precio en cualquier oferta y cuya relación calidad-precio es enormemente positiva, Spelunky.

Es un juego de concepto muy sencillo pero tremendamente entretenido. Somos arrojados aventureros, el principal un remedo de Indiana Jones, descubriendo todo un mundo subterráneo de cuevas, selvas y peligros varios. Exploramos, recogemos tesoros, esquivamos trampas y nos gastamos los tesoros en las tiendas, por ejemplo, en una escopeta, que es mucho mejor que el látigo.

Tiene el formato del arcade de plataformas más clásico (asumiré que conocéis el modelo y no me extenderé) pero está muy bien realizado (¡y en glorioso 2D!).

Lo primero que hay que destacar es que los niveles son generados aleatoriamente, lo que beneficia enormemente la rejugabilidad y lo segundo que me gustó es que pueden jugar hasta  cuatro jugadores en el mismo ordenador, lo que siempre me ha parecido más divertido que cada uno por su lado (especialmente si juegas con tu pareja).

El modo cooperativo es especialmente divertido aunque hay que tener un mínimo de coordinación ya que la pantalla sigue al primer jugador y el resto sólo puede salir de ella unos segundos antes de morir, así que cuidado con no separarse.

Serpientes, altares siniestros, lingotes de oro y hasta cuatro jugadores... ¿Qué más se puede pedir?

Uno de los grandes aciertos de este modo cooperativo es que si un jugador muere se queda en la partida en forma de fantasma (que no es que pueda hacer mucho, pero algo puede aportar) y se le puede resucitar en un ataúd que podremos encontrar en cada nivel, con lo que un jugador nunca queda realmente fuera de la partida.

Ah, importante, hay fuego amigo (y puede ser tan frustrante como divertido matarte tú sólo con una piedra rebotada).

Por lo demás encontraréis más o menos lo esperado en este tipo de juegos. Cuerda para alcanzar lugares inaccesibles, bombas para abrir huecos o acabar con monstruos, tiendas con el equipo más variado y bellas damiselas/fornidos mozos/simpáticos perros que nos devolverán un punto de vida si los rescatamos.

No hemos conseguido avanzar demasiado, pero hemos encontrado ya una cierta cantidad de sorpresas, trampas, enemigos y secretos para descubrir que justifican con creces el tiempo que le podemos dedicar y los pocos euros que costó.

En definitiva, si recordáis con nostalgia el arcade de plataformas más clásico aquí tenéis una opción para vivir una y otra vez aquellas grandes aventuras.

Hasta otra.